Las recientes afirmaciones de la primera ministra japonesa sobre una posible implicación militar de su país en Taiwán si China despliega fuerzas militares en la isla, constituyen "una seria advertencia" de que "los demonios militaristas" de Japón "están siendo invocados de nuevo", señala en un comentario la agencia estatal china Xinhua.
De acuerdo con la publicación, las declaraciones de Sanae Takaichi no son un caso aislado, sino "el síntoma más reciente de un proyecto político" destinado a arrastrar a Tokio hacia "una trayectoria peligrosa".
"El ascenso político de Takaichi ha sido alimentado en el terreno venenoso del revisionismo histórico. Desde cuestionar la Declaración Murayama, considerada la cúspide de las disculpas de Japón por sus fechorías antes y durante la Segunda Guerra Mundial, hasta negar la masacre de Nankín y glorificar símbolos militaristas, se ha alineado con facciones que se niegan a reconocer la agresión pasada de Japón", denuncia Xinhua.
"Receta para la inestabilidad regional"
En este contexto, el medio critica "el resurgimiento del pensamiento militarista" y la posible revisión de los principios sobre armas nucleares que establecen que Tokio no poseerá, fabricará ni permitirá que se introduzca armamento atómico en territorio nipón. La semana pasada, se informó que Takaichi estaba considerando la posibilidad de revisar el estatus no nuclear del país, mantenido desde la década de 1960.
"Al vincular este resurgimiento militarista con la cuestión de Taiwán, Takaichi revela su intención más peligrosa: usar la cuestión de Taiwán como pretexto para justificar la ruptura estratégica de Japón", reza el comentario. "Su retórica provocadora no es, por lo tanto, solo un agravio a la soberanía de China, sino una maniobra calculada para redefinir la identidad de seguridad de Japón y normalizar la expansión militar", agrega.
En este contexto, la agencia estatal china advierte que "permitir que fantasías militaristas" determinen la política es "una receta para la inestabilidad regional", que podría volverse en contra de Tokio.
Reacción de Pekín
Las tensiones entre ambos países se intensificaron la semana pasada, luego de que Takaichi insinuara que si Pekín despliega fuerzas militares en Taiwán, ello podría desencadenar una respuesta de la misma índole por parte de Tokio. Si bien los primeros ministros japoneses han evitado tradicionalmente discutir detalles de posibles conflictos por Taiwán y han pedido que se mantenga el 'statu quo', Takaichi se desvió de esa postura, alegando que se trata de "una situación que amenaza la supervivencia".
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de China advirtió que si Tokio no se retracta de sus declaraciones sobre Taiwán, se enfrentará a consecuencias. "Si Japón se atreve a intervenir militarmente en la situación del estrecho de Taiwán, constituirá un acto de agresión y China contraatacará con contundencia", expresó el vocero Lin Jian. Posteriormente, el Ministerio de Defensa chino enfatizó que el país nipón sufriría una "derrota aplastante" y "pagará un alto precio" si interfiere en Taiwán.
Ante la postura japonesa, se reportó que Pekín está sopesando tomar "una contramedida sustancial" contra Tokio, como la imposición de sanciones, la suspensión de las relaciones económicas, diplomáticas y militares, o una restricción del comercio.
- Taiwán se autogobierna con una administración propia desde 1949, mientras Pekín la considera como parte irrenunciable de su territorio y la mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen la isla como parte integral de la República Popular China.
- Ante las declaraciones separatistas del liderazgo de Taipéi, desde Pekín remarcan que la isla "nunca ha sido un país ni jamás lo será", ya que "Taiwán es una parte inalienable del territorio de China".
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