Un estudio realizado por la Universidad de Hainan (China) en colaboración con la Universidad Charles Darwin (Australia) señala que la frustración por tareas injustas o sin sentido en el trabajo lleva a los empleados a un círculo vicioso de entretenimiento vacío en Internet, horas de desvelo, falta de compromiso y el consecuente 'burn out'.
En el estudio se monitoreó la actividad de más de 200 trabajadores chinos y se descubrió que, al obsesionarse con sentimientos de frustración o injusticia por realizar 'tareas ilegítimas' ('i-tasks' por su concepto acuñado en inglés), estos sufrían de una descarga de 'ciberholgazanería' para anular sus sentimientos de impotencia.
"Las 'i-taks' son deberes que quedan fuera del rol laboral de alguien o parecen inútiles, como pedirle a una enfermera que se encargue del mantenimiento o a un ingeniero de 'software' que organice fiestas de oficina", declaró Zhao Lijing, autor principal de la publicación y profesor asociado de la Universidad de Hainan.
De acuerdo a los expertos, los empleados se sienten infravalorados, frustrados y mentalmente agotados cuando deben afrontar este tipo de trabajos, conduciéndolos a un ciclo eterno de improductividad que incluye consultar redes sociales, compras impulsivas en línea o entretenerse con videojuegos.
Resiliencia
A pesar de que la tendencia natural de la frustración sea la falta de compromiso con la actividad laboral, Tianyi Long, profesor titular de Negocios de la CDU y coautor del artículo, recalcó que existe otro camino para quienes sufren por la carga de tareas irrazonables en el trabajo: la resiliencia.
"La diferencia radica en la resiliencia: los empleados que se adaptan y se recuperan rápidamente del estrés son más capaces de convertir la frustración en resolución de problemas que en evasión", remarcó.
A su vez, el especialista destacó que los empleadores deben evitar asignar al personal trabajo irrazonable o sin sentido, pero también pueden ayudar a los empleados a replantear estas tareas como oportunidades de crecimiento.
La investigación destacó que, en la actualidad, la resiliencia ya no debe ser vista únicamente como un rasgo personal, sino como una estrategia de rendimiento laboral que puede ayudar a empleados y empleadores a construir un lugar de trabajo más saludable y productivo.