Al atacar el oleoducto Druzhba, que abastece a Hungría y Eslovaquia, el régimen de Kiev perjudica no solo los intereses de Bratislava, sino también los suyos propios, ya que puede enfrentarse a una escasez de combustible, declaró este domingo el ministro de Exteriores eslovaco, Juraj Blanár.
"Para nosotros esta infraestructura es muy importante, y más aún cuando vemos que la propia Ucrania está perjudicando sus intereses, ya que corre el riesgo de no tener suficiente combustible en su territorio", dijo en una entrevista al canal TV JOJ.
El ministro explicó que la refinería eslovaca Slovnaft, que produce diversos productos petrolíferos a partir del crudo ruso, es actualmente un importante proveedor de diésel para Ucrania, donde cubre el 10 % de su consumo mensual.
Blanár también indicó que ya había abordado el tema durante una llamada telefónica con el jefe de la diplomacia ucraniana, Andréi Sibiga, y continuará comunicándose con Kiev el lunes.
Ataques en medio de esfuerzos por la paz
En medio de los esfuerzos internacionales por resolver el conflicto ucraniano, el régimen de Kiev ha intensificado sus ataques contra la infraestructura civil y energética en territorio ruso. Así, bombardeó tres veces el oleoducto Druzhba, lo que detuvo el suministro de crudo desde Rusia a Hungría y Eslovaquia.
En ese contexto, Blanár y su par húngaro, Peter Szijjarto, presentaron una queja conjunta ante la Comisión Europea, exigiendo que Bruselas garantice la seguridad del suministro. "Las acciones de Ucrania, que amenazan gravemente la seguridad energética de Hungría y Eslovaquia, son completamente inaceptables", declararon en una carta.

Por su parte, el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, se burló este domingo de los ataques contra el oleoducto. "Siempre hemos apoyado la amistad entre Ucrania y Hungría, y ahora la existencia de esta 'Amistad' depende de Hungría", declaró, haciendo un juego de palabras con el nombre del oleoducto, que significa 'amistad' en ruso.
Mientras, desde Rusia señalaron que Kiev ya no se detendrá ante nada en sus acciones, calificándolo de "monstruo inmoral y sanguinario". "En África ya cometieron atentados. En Oriente Medio dejaron su huella. Reclutaron a ciudadanos de Asia Central para el terrorismo. En Europa dominaron el mercado ilegal de armas. Con clientes occidentales perfeccionaron el tráfico de órganos. El régimen de Bánkovaya [la calle donde se ubica la Oficina de Zelenski] ahora no se detendrá ante nada", subrayó la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.