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Chevron intentó influir en Ecuador con ayuda de la Casa Blanca
La petrolera estadounidense Chevron recurrió a altos funcionarios de la Casa Blanca para que presionaran al presidente de Ecuador, Rafael Correa, sobre la demanda judicial contra la compañía, revela un documento citado por 'El Telégrafo'.
El reporte confidencial, citado por el diario ecuatoriano 'El Telégrafo', data del 2010 cuando se encontraba en proceso la causa judicial contra la transnacional por contaminación.
Según la información revelada, la compañía autorizó a un grupo de lobistas establecer el contacto con el entonces subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, quien debía enviar directrices al presidente Rafael Correa.
Con esto, el gigante petrolero buscaba no cumplir con la sentencia de la justicia ecuatoriana y no ver mermada su imagen internacional, destaca 'El Telégrafo'.
El documento, firmado por Alec Watson, director de la empresa consultora Hill&Company, y dirigido a Bill Irwin, de Chevron, relata el contenido de una reunión que sostuvo Watson con Valenzuela.
Durante el encuentro se discutía la forma más conveniente de influir sobre Rafael Correa para que retirara la demanda contra Chevron, utilizando como pretexto la supuesta intención de EE.UU. de mejorar las relaciones con Ecuador, pero sin que se evidenciara la presión del Gobierno norteamericano.
"Ofrecí una propuesta aprobada por Chevron y discutida previamente con el ex subsecretario adjunto, Craig Kelly, para promover una discusión entre el Gobierno ecuatoriano y Chevron, para resolver el polémico caso de la contaminación en Lago Agrio", reza el reporte.
"El concepto central es que el Gobierno de EE.UU. transmita a Correa que en interés de seguir fortaleciendo las relaciones bilaterales, cree que sería útil retirar el complicado tema de Lago Agrio de la agenda, en vez de dejar que los múltiples procesos legales se prolonguen interminablemente, como parece ser el caso", añade.
Watson cuenta que tras la reunión Valenzuela se mostró muy interesado en la propuesta, pero destacó que "la desconfianza de Correa hacia otros fuera de su círculo es más fuerte que nunca. Está resguardado por un grupo pequeño de asesores, incluyendo al canciller Patiño, y es poco probable que simpatice con cualquier propuesta por el momento", según lo cita 'El Telégrafo'.
El analista internacional, Carlos Aznárez, opina que las transnacionales son una "parte del poder de EE.UU." cuando operan en el territorio latinoamericano. Estas compañías, manifestó el experto, "tienen muy buenos amigos, muy buenos empleados en la Administración norteamericana" que actúan en su defensa.
La petrolera estadounidense, con la que Ecuador mantiene un sonado litigio por daños ambientales en la Amazonía, fue obligada por el tribunal de Ecuador en 2012 a pagar una multa de 19.000 millones de dólares en un fallo de segunda instancia de la justicia ecuatoriana.
Chevron apeló la sentencia, que considera fraudulenta, y recurrió a un tribunal de Nueva York y de La Haya contra Ecuador por "denegación de justicia y otros delitos".
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha calificado a la petrolera como "enemigo del país" por su "campaña de desprestigio" contra Ecuador.
Según la información revelada, la compañía autorizó a un grupo de lobistas establecer el contacto con el entonces subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, quien debía enviar directrices al presidente Rafael Correa.
Con esto, el gigante petrolero buscaba no cumplir con la sentencia de la justicia ecuatoriana y no ver mermada su imagen internacional, destaca 'El Telégrafo'.
El documento, firmado por Alec Watson, director de la empresa consultora Hill&Company, y dirigido a Bill Irwin, de Chevron, relata el contenido de una reunión que sostuvo Watson con Valenzuela.
Durante el encuentro se discutía la forma más conveniente de influir sobre Rafael Correa para que retirara la demanda contra Chevron, utilizando como pretexto la supuesta intención de EE.UU. de mejorar las relaciones con Ecuador, pero sin que se evidenciara la presión del Gobierno norteamericano.
"Ofrecí una propuesta aprobada por Chevron y discutida previamente con el ex subsecretario adjunto, Craig Kelly, para promover una discusión entre el Gobierno ecuatoriano y Chevron, para resolver el polémico caso de la contaminación en Lago Agrio", reza el reporte.
"El concepto central es que el Gobierno de EE.UU. transmita a Correa que en interés de seguir fortaleciendo las relaciones bilaterales, cree que sería útil retirar el complicado tema de Lago Agrio de la agenda, en vez de dejar que los múltiples procesos legales se prolonguen interminablemente, como parece ser el caso", añade.
Watson cuenta que tras la reunión Valenzuela se mostró muy interesado en la propuesta, pero destacó que "la desconfianza de Correa hacia otros fuera de su círculo es más fuerte que nunca. Está resguardado por un grupo pequeño de asesores, incluyendo al canciller Patiño, y es poco probable que simpatice con cualquier propuesta por el momento", según lo cita 'El Telégrafo'.
El analista internacional, Carlos Aznárez, opina que las transnacionales son una "parte del poder de EE.UU." cuando operan en el territorio latinoamericano. Estas compañías, manifestó el experto, "tienen muy buenos amigos, muy buenos empleados en la Administración norteamericana" que actúan en su defensa.
La petrolera estadounidense, con la que Ecuador mantiene un sonado litigio por daños ambientales en la Amazonía, fue obligada por el tribunal de Ecuador en 2012 a pagar una multa de 19.000 millones de dólares en un fallo de segunda instancia de la justicia ecuatoriana.
Chevron apeló la sentencia, que considera fraudulenta, y recurrió a un tribunal de Nueva York y de La Haya contra Ecuador por "denegación de justicia y otros delitos".
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha calificado a la petrolera como "enemigo del país" por su "campaña de desprestigio" contra Ecuador.
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