El viceministro de Exteriores de Ucrania, Serguéi Kislitsa, quien participó en las negociaciones con Rusia, afirmó que la parte rusa ofendió a la delegación ucraniana.
"Ellos conocen muy bien los antecedentes de cada uno de nosotros y, a veces, dicen cosas provocadoras y bastante desagradables", declaró al periódico The Times.
En especial, señaló al jefe de la delegación rusa, el asistente presidencial Vladímir Medinski, quien, según Kislitsa, abrió las conversaciones con una "lección de historia" sobre Ucrania y Rusia, y concluyendo, caracterizó el conflicto con la frase: "Nosotros, los rusos, estamos matando a rusos".
"Tenía frente a él a toda una fila de ministros de Defensa, generales y diplomáticos ucranianos, y aun así niegan tu identidad, tu nacionalidad", añadió Kislitsa.
Además, en esa misma entrevista, Kislitsa afirmó que las negociaciones habían concluido sin avances significativos, por lo que se decidió suspenderlas. También subrayó que con los rusos es imposible mantener "discusiones creativas".
Reacción de Rusia
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, reaccionó a las acusaciones de Kislitsa, afirmando que Moscú no tenía planes de mantener "discusiones creativas" con Kiev.
"Nadie pensaba en mantener discusiones creativas con ellos. Se hicieron propuestas concretas, en particular sobre los intercambios de prisioneros. Sin embargo, el régimen de Kiev incumplió los últimos acuerdos: de los 1.200 prisioneros pactados, intercambiaron menos del 30 %. Los ciudadanos de Ucrania deben saberlo", escribió en sus redes sociales.
Además, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que tarde o temprano Kiev tendrá que sentarse a negociar. "La parte ucraniana debe saber, en el contexto de tales declaraciones, que tarde o temprano tendrá que negociar, pero desde posiciones mucho peores. Estas posiciones para el régimen de Kiev se deterioran día a día", indicó.
