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Granadas contra prisioneros y comida envenenada: las atrocidades nazis en un campo de exterminio

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En Sachsenhausen, cerca de Berlín, se realizaron "las operaciones más secretas" de exterminio de personas, llevadas a cabo por ordenes de figuras destacadas del Gobierno alemán, según revelan los registros del interrogatorio de un criminal de guerra nazi.
Granadas contra prisioneros y comida envenenada: las atrocidades nazis en un campo de exterminio

El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) hizo públicos documentos recientemente desclasificados que dan nuevas pistas sobre los crímenes inhumanos cometidos por los nazis contra prisioneros en el campo de concentración de Sachsenhausen, en Oranienburg, Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial. 

Se trata de los registros del interrogatorio realizado en diciembre de 1946 al último comandante de ese campo de exterminio, Anton Kaindl, arrestado en mayo de 1945 por las fuerzas aliadas, quien aparece citado como testigo ante el Tribunal Militar Internacional de Núremberg y luego fue entregado a las autoridades soviéticas. 

Así, el criminal de guerra admitió su culpabilidad en el exterminio de miles de prisioneros. Confesó que Sachsenhausen, con sus numerosas sucursales, fue convertido por las autoridades nazis en "un lugar de matanza masiva de prisioneros de guerra y pacíficos ciudadanos soviéticos, de traslado forzoso a Alemania desde el territorio de la URSS que estaba bajo ocupación alemana, y también fue adaptado para la masacre, por parte del fascismo hitleriano, de todas las fuerzas progresistas y democráticas de los países ocupados de Europa".

Asimismo, detalló que los prisioneros "eran exterminados en grupos e individualmente por ahorcamiento en patíbulos mecanizados fijos y portátiles, fusilados en una sala especialmente equipada, gaseados en una cámara de gas y envenenados poniendo sustancias en los alimentos o inyectándolas en el cuerpo humano".

Exterminio de militares soviéticos

Al mismo tiempo, los documentos demuestran que ya antes del ataque a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, el liderazgo nazi remitió una orden altamente secreta a sus tropas sobre el envío de soldados y oficiales del Ejército Rojo capturados a campos de concentración para su exterminio.

"Dos o tres días antes del ataque militar alemán a la URSS, los comandantes de regimientos y divisiones del Ejército alemán recibieron una orden secreta de Hitler para enviar a los activistas políticos y oficiales comunistas soviéticos capturados a centros especiales de detención. Esta categoría de prisioneros de guerra, así como los civiles de los territorios ocupados de la Unión Soviética y otros países europeos, entregados por el SD [servicio de inteligencia de las SS] a la Dirección Principal de Seguridad del Reich para actividades antifascistas, fueron enviados a campos de concentración para su exterminio", declaró.

Kaindl reveló que entre 1942 y 1944 se llevaron a cabo "numerosos experimentos con prisioneros" por orden del reichsführer de las SS (el máximo rango militar de toda esa fuerza), Heinrich Himmler, quien en 1936 dio instrucciones para la construcción de Sachsenhausen, y del médico jefe de la inspección de campos de concentración alemanes, Enno Lolling. Así, por ejemplo, en otoño de 1942 se realizó un experimento para "probar un nuevo tipo de granada" en prisioneros rusos. "En mi presencia, el asistente del [técnico químico del departamento principal de Policía criminal] doctor Wittmann lanzó una granada a la habitación donde se encontraban prisioneros de guerra rusos", dijo.

"Un campo especial"

Además, testificó que Sachsenhausen ocupaba una posición particular entre los campos de exterminio de la Alemania nazi. "Era un campo especial, cuya importancia estaba determinada no solo por su proximidad territorial a Berlín", apuntó, explicando que allí fueron recluidos "los más serios oponentes políticos del fascismo, destacados hombres de Estado de muchos países europeos: Francia, Checoslovaquia, Austria, Holanda, jefes de Gobierno y ministros de esos países antes de su ocupación por el Ejército alemán".

"En el campo de Sachsenhausen se realizaron las operaciones más secretas e importantes de exterminio de personas, llevadas a cabo por orden personal de Himmler y otras figuras destacadas del Gobierno alemán y de los órganos de inteligencia y punitivos alemanes", añadió durante el interrogatorio.

  • La construcción de Sachsenhausen comenzó en julio de 1936 por orden de Himmler, para detener a opositores políticos del régimen nazi y como base para entrenar a los guardias de los campos de concentración. Según diversos datos, más de 100.000 prisioneros de los países europeos ocupados por los alemanes fueron asesinados en ese campo de concentración. El 22 de abril de 1945 fue liberado por las tropas soviéticas del 1º. Frente Bielorruso.
  • En 1947, Kaindl fue condenado a cadena perpetua con trabajos forzados. El veredicto destacó que bajo su dirección, "más de 42.000 prisioneros fueron asesinados y el campo de Sachsenhausen se convirtió en un campo de exterminio". En 1948, murió en el campo de Vorkutá, a cargo del Ministerio del Interior de la URSS

Cómo la URSS liberó a Europa del nazismo, recordamos en este artículo

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