Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell habrían impuesto a sus exesclavas sexuales dietas extremas para que parecieran "prepúberes"
El magnate estadounidense Jeffrey Epstein, fallecido en un aparente suicidio en agosto del año pasado, y su expareja Ghislaine Maxwell, sospechosa de conseguir menores para él, sometían a sus jóvenes víctimas a dietas extremas para mantener su aspecto de "prepúberes", afirmó una de las presuntas exesclavas sexuales del multimillonario, Virginia Roberts Giuffre, en un nuevo podcast titulado 'Broken: Seeking Justice' y dedicado a "exponer ante el mundo los crímenes de Jeffrey Epstein".
"Todo era orgánico, era como salmón sobre un lecho de pilaf o cuscús y verduras", recordó Roberts. "Nunca hubo nada como carbohidratos, no podías simplemente llenarte, ellos querían que lucieras de una manera específica", añadió al acusar a Maxwell de ser quien las monitoreaba y castigaba por cualquier infracción.
De acuerdo con Roberts, el famoso chef Adam Perry Lang —quien solía trabajar para Epstein a principios de la década de 2000— se reunía con ella por la noche y en secreto le preparaba pizzas, que se comían acompañadas con cerveza. "Ghislaine se enteró una vez de lo que estábamos haciendo y ambos fuimos reprendidos", aseguró la mujer, que califica a Maxwell como una "fanática del control". Actualmente recluida en un centro de detención en Brooklyn (EE.UU.), Maxwell está en espera de su juicio por cargos de abuso sexual.
Además de las dietas, Epstein habría ordenado a sus víctimas que no tuvieran "vello púbico", añadió Roberts. "Quería cuerpos bronceados, quería cuerpos pequeños, quería cuerpos prepúberes", reiteró.
"Sabían lo que estaba pasando"
En el marco del mismo podcast, Roberts se dirigió a Lang con la esperanza de que ayudara a desvelar lo que calificó de "la red de tráfico sexual más prolífica de los tiempos modernos". "Ya se ha ido, ya no puede hacernos daño", le dijo a Lang. "Podrías ayudar a juntar algunas de las piezas que faltan de mi vida rota. Adam, no seas un facilitador, sé un héroe", lo instó, al agregar que "todos los que entraban en la casa de Jeffrey sabían lo que estaba pasando".
"Ni siquiera un repartidor de pizzas habría podido pasar por la casa de Epstein sin saber lo que estaba ocurriendo. Fotos desnudas en todas partes, niñas en todas partes. Viejo, no casado [...] no es difícil juntar 2 y 2", resumió.
Cabe mencionar que Lang insistió anteriormente en que "no estaba al tanto del comportamiento depravado" de Epstein mientras trabajó para él, y dijo que siente "una gran simpatía y admiración por las mujeres valientes que se han presentado" a declarar.