China es el mayor proveedor y procesador de tierras raras del mundo, y dentro de su catálogo de productos fabricados de envergadura, los que tienen mayor demanda y más valor añadido son los imanes. Un ámbito que puede entrar en la zona arancelaria de Donald Trump, el presidente de EE.UU.
La industria de los imanes de tierras raras del país norteamericano depende de China, como tituló en junio pasado el diario The New York Times. Fábricas de Indiana los confeccionaban, pero hace décadas decidieron traspasar la producción al gigante asiático.

Ahora en 2025, en plena revolución tecnológica, la industria resulta indispensable. Sin el refinado chino de tierras raras para fabricar imanes de alto rendimiento pueden terminar afectados los mercados de automóviles eléctricos y defensa, entre otros.
"Este es el talón de Aquiles de EE.UU. y del mundo, que China explota continuamente", afirmó Nazak Nikakhtar, quien fue el subsecretario de Comercio encargado de supervisar los controles a la exportación durante el primer mandato de Trump (2017-2021).
China produce el 90 % de las casi 182.000 toneladas anuales de imanes de tierras raras de alto rendimiento del mundo y, sumado a esto, refina más del 99 % del suministro mundial de las llamadas tierras raras pesadas, que son los tipos menos comunes, según el NYT.
La visión china
En este contexto, Pekín ha declarado que le da una "gran importancia al mantenimiento de la estabilidad y la seguridad de las cadenas industriales y de suministro mundiales".
A fines de junio, citado por la agencia estatal Xinhua, el portavoz del Ministerio de Comercio, He Yadong, aseguró que China aprobó "cierto número de solicitudes de acuerdo con la ley y seguirá fortaleciendo la revisión y aprobación de dichas solicitudes".
Pocos días después, el 3 de julio, el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, se refirió puntualmente a las exportaciones de tierras raras entre China y Europa. Comentó que nunca han sido un problema y no deberían serlo.

"La política de China se ajusta a las prácticas internacionales y contribuye a salvaguardar la paz y la estabilidad mundiales", indicó Wang. "Están llegando algunas aprobaciones, pero distan mucho de ser suficientes para evitar la inminente paralización de la producción", dijo por su parte, Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, semanas antes.
El duro panorama para Europa y particularmente para EE.UU. se engloba en la guerra comercial desatada por Trump. Desde el 4 de abril las autoridades chinas interrumpieron las exportaciones a cualquier país, en respuesta a las medidas del republicano.
Desde entonces se trasladó la preocupación a diversos sectores, como el automovilístico, que luego elevó sus inquietudes a la Casa Blanca. Trump se ha expresado al respecto en varias ocasiones, siempre evitando admitir la dependencia con China.
🇺🇸🇨🇳Trump: Xi aceptó reanudar el flujo de tierras raras a EE.UU."Es un acuerdo complicado, pero es un acuerdo que, como saben, nos traerá mucho dinero y mucho de todo lo demás", aclaró el mandatario.📍https://t.co/lLaBgJxbd9pic.twitter.com/tBdPwoc3YI
— RT en Español (@ActualidadRT) June 7, 2025
En junio aseveró que su homólogo chino, Xi Jinping, estaba de acuerdo en volver a enviar tierras raras a EE.UU. luego de sostener una "muy buena conversación". A bordo del avión presidencial Air Force One, avisó que "es un acuerdo complicado", pero necesario, porque dará "mucho dinero y mucho de todo lo demás".
Sin embargo, el lunes amenazó con imponer aranceles de alrededor de 200 % si Pekín no acelera sus exportaciones de imanes de tierras raras.
Durante una conferencia de prensa junto a su par surcoreano, Lee Jae-myung, en la Oficina Oval, manifestó que "China actuó inteligentemente" al tomar el "monopolio de los imanes del mundo".

"Había muchas otras maneras en que el mundo podría haber ido, pero hasta ahora, probablemente nos llevará un año tenerlas. Ahora estamos muy metidos en el mundo de los imanes, solo desde una perspectiva de seguridad nacional, pero tenemos algo poderoso", declaró.
Sus "mejores cartas"
El mandatario dijo que tiene "mejores y más grandes cartas" para contrarrestar las restricciones de China. Se refirió a unos 200 jets chinos que no podían volar sin unas piezas de la cadena de aeroespacio estadounidense Boeing.
"Les envié todas las piezas para que sus aviones puedan volar, podría haberlas retenido. No lo hice por la relación que tengo (...). Pero la situación del imán: tenemos un poder tremendo sobre ellos, y ellos tienen cierto poder sobre nosotros con los imanes", reconoció.
Como en otras ocasiones, destacó la "gran relación" con el gigante asiático. "Ellos tienen cartas, nosotros tenemos cartas increíbles, pero no quiero usarlas, si las uso destruiría China, no quiero usarlas", subrayó.
Con ánimo distendido y resaltando la "gran relación" con Xi, añadió que espera visitar otra vez China próximamente. Incluso bromeó con "compartir el avión" con Lee para que viajen juntos a Pekín.
Es un tema serio para el magnate, tanto que el mes pasado anunció en una conferencia de prensa junto al director ejecutivo de Apple, Tim Cook, que la 'big tech' invertirá 600.000 millones de dólares para desarrollar tierras raras en suelo estadounidense.
Parte del dinero se destinará a la construcción de instalaciones para extraer y reciclar tierras raras. "Con este tipo de inversión Apple también abrirá otras instalaciones, imanes de tierras raras de Texas (…) y construirá una nueva línea de reciclaje de tierras raras en Mountain Pass, California", apuntó.